BIBLIOTECARIOS DEL MUNDO: ¡HUID DEL DOGMA!
Compañeros bibliotecarios:
Entre los Bibliotecarios Populares, comprobé que los pueblos del mundo sobreviviremos si vamos tras los puntos suspensivos de este trasegar y qué tan desventurados son los pueblos del mundo que no escuchan sus propias preguntas, pues estarán vedados para la ciencia y el arte. Paulatinamente los carcomerá el dogma.
1. Este oficio es uno de los más hermosos del
mundo, porque modifica mi mirada sobre el mundo cada día. A cada paso mi mirada
es nueva y, si quiero, re-vitaliza, me llena de energía para otear el
horizonte. Vamos tras los puntos suspensivos de este trasegar
.
2. Este oficio está entre los oficios más perennes
que el hombre se haya inventado: Como los atizadores del fuego, como los
rompehielos, como los molinos del viento, tal vez imitando a las hormigas,
cuidamos la memoria para los que un día también vendrán a tomar decisiones. Vamos tras los puntos
suspensivos de este trasegar.
3. Este oficio puede llamarse de muchas maneras.
Hemos coincido en llamarlo bibliotecario. Pero también somos memoriosos y algo
de amanuenses. A veces nos embadurnamos de soberbia, otras nos amilana el
apabullamiento, pero pocas ocasiones nos obnubila la desazón: cada vez queremos
ver mejor. Vamos tras los puntos suspensivos de este trasegar.
4. Este oficio nos enseña a leer las almas en sus
intenciones, en sus ilusiones, en sus bajezas. Somos humanos. Muchos autores
han escrito sobre lo "demasiado humanos". Con seguridad que fueron o
convivieron con bibliotecarios de algún lar del mundo: sólo hablan al oído
atento del lector los que han escuchado el gran concierto de voces del mundo:
una biblioteca. Vamos tras los puntos suspensivos de este trasegar.
5.Este oficio nos compromete con los poderes del mundo: Enseñar, ayudar, servir. Enseñar, contribuir, velar. Enseñar, planear, hacer. Enseñar, cultivar, sembrar. Enseñar, pensar, discernir. Enseñar, leer, escribir y siempre volver a enseñar, leer, escribir y pensar y siempre volver a... Siempre volver a los puntos suspensivos.
6. Este oficio nos hace gavieros: aprendemos a ver
a través de la bruma marina. A lo lejos vemos cuando lloverá e intuimos los
días de sol. También presentimos la hambruna, la injusticia y sus inclemencias.
Sabemos de las trampas del azar y
sus cegueras. Desventurados los pueblos
indiferentes ya que nunca quisieron leer y escribir, es decir, nunca quisieron
sentir la vida entre sus venas correr.
7.Este oficio bibliotecario nos da fuerzas para
decir presente, aún desde la ausencia y, se toma para sí la voz del viento y
hace eco eco eco ¿lo esta oyendo? Conjeturo que así nacieron las preguntas.
Desventurados los pueblos que no escuchan sus propias preguntas, estarán
vedados para la ciencia y el arte. Paulatinamente los carcome el dogma.
8. Este oficio bibliotecario sacude el polvo, la rutina, caza peleas con el día y la noche. Es constante, también con todos sus sinónimos. Es intemporal y afín a todos los vendavales. Desafía cual más los fenómenos de la naturaleza y les arrebata el papel de la memoria... Hypatia tus contemporáneos nunca entendieron para qué la memoria. Desventurados los pueblos que nunca hayan contado con la presencia de una Hypatia.
9. Este oficio bibliotecario suma, multiplica,
potencia voces. Hace tribunas donde otros sólo encuentran tumulto. Sustenta
credos donde otros sólo profesan capitulaciones. Si el bibliotecario renuncia,
el pueblo peligra y, el silencio que le sigue trae oscuros presagios.
Desventurados los pueblos que no cuidan de su memoria, desventurados los
pueblos que desprecian a sus bibliotecarios.
10. Este oficio bibliotecario nos enseña a conocer
de polillas, antigüedades e innovaciones. El olfato, el tacto, el oído, el gusto y la visión
se adiestran hacia universos inacabados y fabulosos porque leemos y escribimos.
Desventurados los bibliotecarios se que vuelven polilla. Desventurados los
pueblos que los acogen.
Medellín, parque biblioteca Belén abril del
2010 - revisado enero de 2013
Luis Emiro Álvarez .
Bibliotecólogo.
- U. de A. T.P. 670 C.N.B.
celular 3134881933
Yopal - Casanare
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