lunes, 22 de febrero de 2010

Poesia : La Huida Final

La huida final




Me iré. De ti. Y de mí.

Y se quedarán cantando los periquitos en su jaula.

Y se quedará el pradito verde frente a la casa con su nuevo árbol verde

Y se quedarán los colores nuevos de la casa. El blanco, el gris…



Todas las tardes el cielo continuará azul y tranquilo

Y tocarán como ésta mañana están tocando las campanas de San Andrés



Morirán los que me amaron

Y el quehacer se hará nuevo cada año. Cada primero de enero a la una de la tarde



Y en el rincón de mis haceres

Mi ánimo errará, con nostalgia



Me iré. De ti y de mí.

Y estaré solo. Lleno de sombras. De noches y de deseos. De soledad a ochocientos metros de profundidad.

Sin hogar.

Sin el pradito con su nuevo árbol verde

Sin el cielo azul y tranquilo

Y sin tu rostro

Y sin el mío

Todo se va. Y no queda nada.



Y se quedarán cantando los periquitos en su jaula



Y es una soledad…tan sola

Que empiezo a berrear…



Juan Verano…el de rosellón.

Medellín, Febrero 12 de 2010

sábado, 6 de febrero de 2010

POESIA.

DOS CUERPOS




Dos cuerpos frente a frente

son a veces dos olas

y la noche es océano.



Dos cuerpos frente a frente

son a veces dos piedras

y la noche desierto.



Dos cuerpos frente a frente

son a veces raíces

en la noche enlazadas.



Dos cuerpos frente a frente

son a veces navajas

y la noche relámpago.

OCTAVIO PAZ.

 
BESOS


Hay besos que pronuncian por sí solos

la sentencia de amor condenatoria,

hay besos que se dan con la mirada

hay besos que se dan con la memoria.

Hay besos silenciosos, besos nobles

hay besos enigmáticos, sinceros

hay besos que se dan sólo las almas

hay besos por prohibidos, verdaderos.

Hay besos que calcinan y que hieren,

hay besos que arrebatan los sentidos,

hay besos misteriosos que han dejado

mil sueños errantes y perdidos.

Hay besos problemáticos que encierran

una clave que nadie ha descifrado,

hay besos que engendran la tragedia

cuantas rosas en broche han deshojado.

Hay besos perfumados, besos tibios

que palpitan en íntimos anhelos,

hay besos que en los labios dejan huellas

como un campo de sol entre dos hielos.

Hay besos que parecen azucenas

por sublimes, ingenuos y por puros,

hay besos traicioneros y cobardes,

hay besos maldecidos y perjuros.

Judas besa a Jesús y deja impresa

en su rostro de Dios, la felonía,

mientras la Magdalena con sus besos

fortifica piadosa su agonía.

Desde entonces en los besos palpita

el amor, la traición y los dolores,

en las bodas humanas se parecen

a la brisa que juega con las flores.

Hay besos que producen desvaríos

de amorosa pasión ardiente y loca,

tú los conoces bien son besos míos

inventados por mí, para tu boca.

Besos de llama que en rastro impreso

llevan los surcos de un amor vedado,

besos de tempestad, salvajes besos

que solo nuestros labios han probado.

¿Te acuerdas del primero...? Indefinible;

cubrió tu faz de cárdenos sonrojos

y en los espasmos de emoción terrible,

llenaron sé de lágrimas tus ojos.

¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso

te vi celoso imaginando agravios,

te suspendí en mis brazos... vibró un beso,

y qué viste después...? Sangre en mis labios.

Yo te enseñe a besar: los besos fríos

son de impasible corazón de roca,

yo te enseñé a besar con besos míos

inventados por mí, para tu boca.

GABRIELA MISTRAL.