sábado, 26 de junio de 2010

Poesia: José Mario Sánchez Henao.

POÉTICA


Escribir un poema o disparar un arma
requieren en verdad muchísimo coraje
demasiado corazón

porque se corre el riesgo
de no cumplir el objetivo:
transformar el sujeto receptor

quien a su vez podrá tomar partido
y siendo diestro en el manejo de las armas...
querrá escribir con sangre
en nuestro pecho una palabra
en nuestro rostro una palabra
en todo cuanto conozca de nosotros
querrá escribir una palabra

o habrá de disparar un verso
uno solo que nos haga blanco definitivamente.


Alaridos

POETAS

Seres enfermos
que juegan a inventarse mundos
con sus propios fantasmas
quizá completamente disecados
expuestos sin consideración alguna
en dolorosas páginas
como si fueran cromos
u hojas del herbario
de algún niño precoz
que quiere hacerse sabio
pero que permanentemente
está jugando.


ALARIDO


El hombre por naturaleza
es, no sé si propenso o poseso a las heridas.
Recordemos que nace de una herida
y en el momento de nacer
lastima otras heridas.

Heridas grandes, pequeñas heridas.
Que si nace sin ellas
el tiempo o el destino
a todo lo largo, ancho y profundo
de su pobre existencia
se las va marcando.

Unas heridas duelen y no sangran.
Otras heridas sangran y no duelen.
Y otras, las más visibles,
las más profundas,
no duelen, no sangran,
pero están ahí.

Somos felices al evocar recuerdos
pero no porque amemos los recuerdos
es porque los recuerdos lastiman las heridas.

Y nos morimos por morir
y no morimos.

La última vez que a Cristo se le vio entre los hombres
llevaba cinco heridas.
Y era tal la humildad, tal el orgullo,
que las iba mostrando sin reparo.
Se oye en verdad tan bella esta versión
que Francisco de Asís, pidió a Dios como premio
esas mismas heridas. Y le quedaron tan perfectas,
que se le vio morir esbozando una dulcísima sonrisa.

¡Ah! Ya se me iba olvidar
que al señor Don Quijote se le secó el cerebro pero no las heridas.

Y tú
desgraciado mendigo,
tú que vas
con las heridas puestas.

Perdóname que te haga una pregunta
quizá sea otra herida.
¿Esta ansiedad de piel
este eterno dolor
esta calvicie prematura

y esta mi condición
de insatisfecho, siempre humano.
Acaso tendrán algo
que envidiar a tus heridas?

 
ALUCINACION


Viniste a nacer
con mis palabra
antes ni siquiera tu nombre
tenía sentido.

Te di forma entre verbos y pronombres
te parí en mis versos
como una madre da a luz por fin al hijo.

Preñada de ti
una palabra que tú misma fecundaste en mí
te dio forma
eres (tú y eres tú nombre)
eres una canción,
pero en mis labios
más allá
solo eres sirena
una bella sirena

sin una playa donde encantar.
Donde cantar.

Poesia : Carlos Mario Garcés Toro.

PEREGRINOS


Tocaron a la puerta de la ciudad.
Venían en peregrinación,
los hombres de allá.
Los que viven al otro extremo
de las montañas,
tocaron a la puerta de la gran ciudad.

En frente de ella
exclamaron con súplicas
y de rodillas:

¡Abridnos la puerta!
¡No nos dejéis morir!

Nos persigue la noche y el día
con su furia…
La gran bestia con sus fauces gigantescas
nos quiere devorar.

¡Abridnos la puerta,
no nos dejéis morir!

La puerta permaneció cerrada.
Nadie vivía allí.


FÀBULA


-No me comas Bocagràn,
que tengo hijos y hogar.

-No temas lombricita –dijo Bocagràn-
que he decidido volverme vegetariano.
Por lo tanto no comeré más
carne de lombriz y gusano.

La lombriz se sintió tan contenta,
que le dio las gracias, le deseó suerte
y se alejó como danzando de alegría
a contárselo a otras lombrices
que no lo creían.

Bocagràn montó en las aguas del río
una escuela para la hermandad.
Todas las lombrices se inscribieron
con sus maridos e hijos, y en la primera clase
Bocagràn se los comió a todos.


PARADOJA EN LA VIDA Y ARTE DE…


Diste la bienvenida
a tu amigo Gauguin
en tu casa amarilla
de Arlés.

En el cuarto que preparaste
pendían los Girasoles
como un homenaje
mientras en la plaza
Los niños arlesianos te gritaban:

-¡Regálanos otra oreja,
regálanos otra oreja…!
Tú, parado al pie de la ventana,
te creías un don nadie,
VAN GOGH.