PEREGRINOS
Tocaron a la puerta de la ciudad.
Venían en peregrinación,
los hombres de allá.
Los que viven al otro extremo
de las montañas,
tocaron a la puerta de la gran ciudad.
En frente de ella
exclamaron con súplicas
y de rodillas:
¡Abridnos la puerta!
¡No nos dejéis morir!
Nos persigue la noche y el día
con su furia…
La gran bestia con sus fauces gigantescas
nos quiere devorar.
¡Abridnos la puerta,
no nos dejéis morir!
La puerta permaneció cerrada.
Nadie vivía allí.
FÀBULA
-No me comas Bocagràn,
que tengo hijos y hogar.
-No temas lombricita –dijo Bocagràn-
que he decidido volverme vegetariano.
Por lo tanto no comeré más
carne de lombriz y gusano.
La lombriz se sintió tan contenta,
que le dio las gracias, le deseó suerte
y se alejó como danzando de alegría
a contárselo a otras lombrices
que no lo creían.
Bocagràn montó en las aguas del río
una escuela para la hermandad.
Todas las lombrices se inscribieron
con sus maridos e hijos, y en la primera clase
Bocagràn se los comió a todos.
PARADOJA EN LA VIDA Y ARTE DE…
Diste la bienvenida
a tu amigo Gauguin
en tu casa amarilla
de Arlés.
En el cuarto que preparaste
pendían los Girasoles
como un homenaje
mientras en la plaza
Los niños arlesianos te gritaban:
-¡Regálanos otra oreja,
regálanos otra oreja…!
Tú, parado al pie de la ventana,
te creías un don nadie,
VAN GOGH.
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