miércoles, 6 de septiembre de 2017

Recordando a William Shakespeare.

MACBETH

Fragmento

¿Es una daga esto que veo
ante mí con la empuñadura
hacia mi mano? Ven,
déjame tomarte. No te tengo, y aún así te
estoy viendo. Visión fatal, ¿acaso no eres tan
perceptible al tacto como a la vista? ¿O no eres
más que una daga del sueño, una falsa invención
producto de la mente febril? Te veo, de forma tan
palpable como ésta que ahora desenvaino. Tú me
señalaste el camino a seguir y qué instrumento habría
de usar. Son mis ojos la burla de los otros sentidos o por
sí solos valen más que todo el resto. Te veo, y en tu hoja
y tu mango hay gotas de sangre que antes no estaban. No,
no hay tal cosa: es el sangriento crimen que así habla a mis
ojos. Ahora en una mitad del mundo la Naturaleza simula estar
muerta y los sueños infames ultrajan al durmiente, la hechicería
rinde culto a la Pálida Hécate y el homicidio, custodiado por el lobo,
su centinela, cuyo aullido es su alerta, avanza con el andar sigiloso
de un Tarquino hacia su víctima, moviéndose como un fantasma.
Tierra firme y sólida, silencia mis pasos donde quiera que vayan, no sea
que tus piedras denuncien mi paradero y arrebaten al tiempo el presente
horror que ahora le cabe. Y mientras yo amenazo, él vive: las palabras
enfrían con su aliento el calor de los actos.
(Suena una campana).
Voy, y está hecho; la campana me invita. No la oigas, Duncan. Es un tañido que
te llama al cielo o al infierno.


WILLIAM SHAKESPEARE
Pocos como Shakespeare han develado el alma humana con todas sus vivencias y pasiones antagónicas. Shakespeare ha sido todos los hombres. Shakespeare ha vivido todas las vidas humanas, las mismas que plasmó en sus comedias y tragedias que se estructuran desde la poesía y la música verbal; cumplida su labor (quizá sospechaba que había llegado al punto más alto de su arte) regresó a Stratford su pueblo natal, con apenas cincuenta años de edad; cuentan sus biógrafos que dejó de escribir y se dedicó al negocio de propiedad raíz y a préstamos de dinero en usura. Murió sin saber que era uno de los más grandes escritores, sino el mejor, de todos los tiempos.


ROMEO Y JULIETA
Fragmento

Romeo
¿Cómo el amor con la vista vendada puede ver
el camino que nos lleva? ¿Hoy, dónde comeremos?
¡Ah! ¿Una gresca hubo aquí? No respondas. Lo
comprendo. Hay que hacer mucho por el odio
aquí y hay mucho más que hacer por el amor.
¿Por qué el amor que riñe? ¿El odio que ama?
¡Y de la nada todo fue creado! ¡Vanidad seria!
¡Levedad pesada! ¡Informe caos de agradables
formas! ¡Pluma de plomo! ¡Humo que ilumina!
¡Salud enferma! ¡Fuego congelado!
Así el amor quebranta nuestras vidas.
Siento el pecho pesado con mis penas. ¿Tú
quieres aumentarlas con las tuyas? Mi dolor
es tan grande que tu afecto me hace daño. El
amor es una nube hecha por el vapor de los
suspiros. Si se evapora brilla como el fuego
en los ojos que aman, si se ataca hacen un
mar de lágrimas de amor. ¿Qué más es el
amor? Una locura benigna, una amargura
sofocante, una dulzura que te da consuelo.

S
O
N
E
T
O

Qué contiene el cerebro y qué escribe la tinta
que no te haya expresado mi alma fiel? ¿O qué cosa
queda aún por decir, qué más hay que hacer ver
que declare mi amor a tu mérito amado?
Nada, dulce muchacho; pero igual que oraciones
debo todos los días decir siempre lo mismo;
porque es nuevo lo viejo, tú eres mío, yo tuyo,
como cuando bendije ya hace tiempo tu nombre.
Nuestro amor, que es eterno como amor juvenil,
no le teme ni al polvo ni a la ofensa del tiempo,
no permite que exista ni una arruga fatal:
estará a su servicio la vejez como un paje.
Veo amor tal cual fue, en su origen, en donde
la apariencia y el tiempo quieren darlo por muerto.