A veces, por una
afortunada casualidad, o la bonhomía de
algún amigo, llega a nuestras manos un buen libro que, generalmente, se
convierte en puerta de entrada a una buena obra. Tal es el caso del libro Fe de
vida (1993) de la escritora –poetisa por excelencia- Dulce María Loynaz, nacida
en La Habana ,
Cuba, el 10 de diciembre de 1902.
En la citada
obra, mediante un lenguaje fluido, sencillo y emotivo, la poetisa hace una
crónica de la vida de su segundo esposo, el influyente periodista canario Pablo
Álvarez de Cañas, cronista social de los diarios Excélsior y El País, en la Cuba prerrevolucionaria. “Él
era simplemente un común ser humano, pero de una humanidad cálida, vibrante,
rica en matices y en cierto modo
fascinadora”, se puede leer en Fe de vida.
Como se anotó al
inicio de este artículo, el libro citado es una magnífica forma para conocer,
comprender y valorar la obra de nuestra escritora en cuestión.
De entrada,
podemos decir que fue la primera mujer latinoamericana ganadora del premio
Miguel de Cervantes Saavedra. Al recibir el galardón, en 1993, de manos del Rey
Juan Carlos de España –el mismo que había recibido antes su compatriota Alejo
Carpentier- , expresó:“unir el nombre de Cervantes al mío, de la manera que
sea, es algo tan grande para mí que no sabría qué hacer para merecerlo, ni qué
decir para expresarlo”.
Con sólo 17 años
de edad inicia una fructífera tarea literaria al publicar en el periódico La Nación , en 1920, los
poemas: Invierno de almas, y, Vesperal. Días después viaja a los Estados Unidos
y otros países del mundo. En 1927,
a los 24 años de edad, termina la carrera de Derecho
Civil en la Universidad
de la Habana ,
profesión que no desempeña porque “ la poesía y la literatura le absorben por
completo y a ellas les entrega toda su fuerza y voluntad”. Por esta época
escribe Versos, e inicia su novela Jardín; estando en Egipto, en 1929, publica
Cartas de amor al Rey Tut – Ank – Amen, lo que comienza a darle un perfil de
escritora mundial.
Ya en Cuba, a
partir de la década de 1930, su casa se convierte en centro de tertulias,
conocidas con el nombre de “juevinas” y
frecuentadas por personajes como
Federico García Lorca, Emilio Ballagas, Alejo Carpentier, Juan Ramón
Jiménez, Rafael Marquina y Carmen Conde, entre otros.
En México publica
Canto a la mujer estéril (1937); al año siguiente, en Cuba, ofrece su poemario:
Versos. Entre 1946 y 1947 recorre Sudamérica, lo que aprovecha para escribir
sápidas crónicas en el periódico El País, que reúne bajo títulos como Impresiones de una cronista, y, Crónicas de
América del sur.
En 1947, en
España, publica Juegos de agua; en 1950, en Cuba, Las corridas de toros en
Cuba, y en Madrid se edita, por tercera vez, Versos; en la capital española, en
1951, se agota la edición de su novela Jardín. Su obra se reedita en España,
Italia y Cuba, mientras sus colaboraciones en revistas y periódicos nacionales
e internacionales son continuas.
A manera de
degustación, y para provocación del lector, transcribo apartes del poema Tierra
cansada, en son de romance:
“La
tierra se va cansando,
la
rosa no huele a rosa.
La tierra se va cansando
De entibiar semillas rotas,
Y el cansando de la tierra
Sube en la flor que deshoja
El viento...Y allí, en el viento
Se
queda...”
Amor es... y Soneto, son dos poemas de Dulce
María, que contienen la más alta esencia de su poética: la dulzura de la
palabra hecha metáforas, hecha gracia, rosa, plenitud y árbol; sol semilla y
tierra; es camino, estrella y cruz:
AMOR
ES...
Amar
la gracia delicada
del cisne azul y de la rosa rosa;
amar la luz del alba
y la de las estrellas que se abren
y la de las sonrisas que se alargan...
Amar la plenitud del árbol,
amar la música del agua
y la dulzura de la fruta
y la dulzura de las almas dulces....
Amar lo amable, no es amor:
del cisne azul y de la rosa rosa;
amar la luz del alba
y la de las estrellas que se abren
y la de las sonrisas que se alargan...
Amar la plenitud del árbol,
amar la música del agua
y la dulzura de la fruta
y la dulzura de las almas dulces....
Amar lo amable, no es amor:
Amor
es ponerse de almohada
para el cansancio de cada día;
es ponerse de sol vivo
en el ansia de la semilla ciega
que perdió el rumbo de la luz,
aprisionada por su tierra,
vencida por su misma tierra...
para el cansancio de cada día;
es ponerse de sol vivo
en el ansia de la semilla ciega
que perdió el rumbo de la luz,
aprisionada por su tierra,
vencida por su misma tierra...
Amor
es desenredar marañas
de caminos en la tiniebla:
¡Amor es ser camino y ser escala!
Amor es este amar lo que nos duele,
lo que nos sangra bien adentro...
de caminos en la tiniebla:
¡Amor es ser camino y ser escala!
Amor es este amar lo que nos duele,
lo que nos sangra bien adentro...
Es
entrarse en la entraña de la noche
y adivinarle la estrella en germen...
¡La esperanza de la estrella!...
y adivinarle la estrella en germen...
¡La esperanza de la estrella!...
Amor
es amar desde la raíz negra.
Amor es perdonar;
y lo que es más que perdonar,
es comprender...
Amor es apretarse a la cruz,
y clavarse a la cruz,
y morir y resucitar ...
Amor es perdonar;
y lo que es más que perdonar,
es comprender...
Amor es apretarse a la cruz,
y clavarse a la cruz,
y morir y resucitar ...
¡Amor
es resucitar!
SONETO
Quiere
el Amor Feliz -el que se posa poco...-
arrancar un verso al alma oscura:
¿Cuándo la miel necesitó dulzura?
¿Quién esencia de pomo echa en la rosa?
arrancar un verso al alma oscura:
¿Cuándo la miel necesitó dulzura?
¿Quién esencia de pomo echa en la rosa?
Quédese
en hojarasca temblorosa
lo que no pudo ser fruta madura:
No se rima la dicha; se asegura
desnuda de palabras, se reposa...
lo que no pudo ser fruta madura:
No se rima la dicha; se asegura
desnuda de palabras, se reposa...
Si
el verso es sombra, ¿qué hace con el mío
la luz?... Si es luz... ¿la luz por qué lo extraña?
¡Quien besar puede, bese y deje frío
la luz?... Si es luz... ¿la luz por qué lo extraña?
¡Quien besar puede, bese y deje frío
símbolo,
el beso escrito!... ¡En la maraña
del mapa no está el agua azul del río,
ni se apoya en su nombre la montaña!...
del mapa no está el agua azul del río,
ni se apoya en su nombre la montaña!...
Tras el triunfo de la Revolución , su esposo
abandona Cuba y Dulce María, en plena madurez intelectual y literaria, deja de
publicar y se dedica por dos décadas a recopilar, revisar y organizar toda la
bibliografía existente sobre la guerra de la independencia cubana (guerra del
95), trabajo que se edita en La
Habana , en 1989, siendo objeto de múltiples reconocimientos.
El 27 de abril de 1997, figurando entre la
membresía de la Academia
nacional de Artes y Letras, desde 1951; de la Academia Cubana de
la Lengua , a
partir de 1959, y de la
Real Academia Española de la Lengua , desde 1968, muere Dulce María Loynaz Muñoz, la mujer
infatigable que dedicó toda su vida a la poesía y a la defensa y promoción de
la cultura cubana.
Iván de J. Guzmán López_ Columnista del periódico El Mundo, de
Medellín; colaborador del periódico El Colombiano, de Medellín; de la revista
virtual Susurros, editada en Lyón, Francia. Autor de textos literarios y
didáctico.
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