Desde principios de los 90, nos vienen descrifrando la muerte de pequeñas librerías independientes.
Entre el 95 y 2010 la gente no dejó de comprar libros, sólo que emigro a un nuevo, cómodo y económico territorio: internet. De la misma forma que murieron los barrios gremiales con la llegada de los grandes almacenes a las ciudades, morirían estas librerías.
Hoy, en US, no paran de abrirse librerías independientes y en 2018, sus ventas aumentaron casi un 5 %, con un crecimiento anual promedio de 7.5 % en los últimos 5años. Uk, Japón, Alemania también.
China tenía 225,000 librerías a fines de 2018, un aumento de 4.3 % respecto a 2017. Y cada vez se abren más librerías independientes.
Las librerías pequeñas e independientes en los vecindarios son lugares para descubrir nuevos libros y hacer amigos.
Esa es la clave, y la gran lección estratégica que nos están regalando las librerías independientes a los que nos dedicamos a esto. La clave no es competir en precio, ni tener los surtidos más amplios, ni lo es la conveniencia. La clave es la comunidad, el que sucedan cosas en tu tienda que no suceden en Internet. Esta gente ha entendido que no están compitiendo contra Amazon, están compitiendo con el tiempo de la gente. La clave es vender tiempo agradable.
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