domingo, 17 de abril de 2016

Literatura


La literatura es la disciplina que se aboca al uso estético de la palabra escrita. También puede denominarse “literatura” al corpus de textos redactados bajo esta finalidad estética o expresiva.

Los tres grandes géneros en los que se divide la literatura son: el género dramático, que refiere al texto utilizado para representarse mediante actuación; el género lírico, que se orienta al texto sujeto a cadencia y ritmo; y el género narrativo, que tiene como fin principal plasmar una historia ficticia sin apelar al uso de versos.



A su vez estos géneros pueden albergar subdivisiones. Así, el género dramático puede dividirse en tragedia, comedia y drama; el género lírico, en oda, elegía y sátira; y finalmente, el género narrativo, en novela y cuento. Más allá de la arbitrariedad de la que pueden pecar estas clasificaciones, suelen dar un panorama genérico lo suficientemente cabal como para adentrarse en los pormenores de esta rama del arte.

Es probable que hoy ya la clasificación se torne insuficiente, teniendo en cuenta que los estudios literarios han dado cuenta en reiteradas ocasiones que la pregunta ¿a qué se considera literatura? no ha podido ser respondida aún definitivamente. Por ejemplo, en la actualidad tenemos otros tipos de textos que pueden (o no) incluirse en alguno de los tres grandes géneros anteriormente descriptos, pero que aún si así fuera, no pertenecen del todo a ninguno de ellos. Pensemos por ejemplo en las biografías y autobiografías, en los libros de autoayuda, o en las investigaciones histórico/periodísticas de algunos escritores.
Los comienzos de la literatura deben buscarse en el traslado a la escritura de tradiciones orales preexistentes.

En efecto, las comunidades antiguas eran principalmente orales, es decir, mantenían una cultura que los integraba, pero esta se trasmitía de modo oral. Con la invención de la escritura, muchas de estas tradiciones fueron registradas, dando lugar al comienzo de culturas letradas. Así por ejemplo, “La Ilíada” y “La Odisea” (ambas escritas por Homero), obras consideradas como señeras en el desarrollo de la cultura letrada occidental, constituyen el pasaje a la escritura de una historia que se contaba a través de cantos y que guardaba estrecha relación con cada mito presente en los pueblos que habitaban Grecia.

Cabe destacar que esta preeminencia de la tradición oral sobre la escrita perduró hasta bien entrada la edad media, situación comprensible si consideramos la enorme porción de la sociedad que era analfabeta; es por ello que también en este período podemos observar el traspaso a la escritura de narraciones orales, como por ejemplo, en el caso de los cantares de gesta. En la Edad Media, grandes autores, hoy reconocidos como “clásicos” vuelcan en sus textos situaciones dela vida cotidiana, con un uso clave del género dramático, por ejemplo “La Divina Comedia” de Dante Alighieri, o cualquiera de los libros del inglés William Shakespeare (“Romeo y Julieta”, “Hamlet”, “Otelo”, entre muchos otros).

Con el advenimiento de sociedades principalmente alfabetizadas, la literatura dejó de tener un origen en la oralidad y alcanzó su período de esplendor. De este fenómeno puede dar cuenta la instauración de discursos que no son específicamente literarios pero que tienen al uso expresivo y estético como temática central; la crítica literaria es un ejemplo claro de esta situación.
La invención de la imprenta de tipos móviles, en el siglo XV por Johannes Gutenberg, permitió que la palabra escrita, y la literatura, se difundieran, de manera progresiva, cada vez más masivamente. Las reglas del mercado y las premisas del capitalismo, hicieron que, como muchas otras, la literatura comience a formar parte de las llamadas “industrias culturales”: los libros son producidos en serie, de la misma manera que se fabrican heladeras, remeras o vasos.

La categoría de “best sellers” permite medir cuán exitosos pueden ser algunas obras, cuando traspasan la barrera de ventas, aunque no exista de manera fehaciente una escala de medición para esto. En general, en la consagración de un libro como “best seller” también influyen (además de la cantidad de volúmenes vendidos) los préstamos en bibliotecas y las críticas de periódicos mundialmente reconocidos como The New York Times, The Huffington Posto o The Daily Sun.

En la actualidad, con la eclosión de los medios audiovisuales, la situación de la práctica literaria es incierta. Existen opiniones que la relegan a un paulatino retroceso, aunque lo más probable es que introduzca cambios, acompañando los avatares de la esfera social. Uno de estos cambios, en la era del boom informático, es la compra online de libros no sólo en papel, sino también en versión digital, que pueden ser descargados y leídos en computadoras, teléfonos celulares o en Kindles, aparatos especialmente diseñados por el e-shop virtual Amazon.com para utilizarse en la lectura de libros o diarios (por suscripción). Además, el precio entre un libro de papel y un libro digital favorece mucho la masividad de éstos últimos.

Fuente: http://www.definicionabc.com/general/literatura.php

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